Las Divisas

 

La palabra «divisa» se traduce como el símbolo o emblema heráldico.

Las familias pertenecientes a la  nobleza, que frecuentemente estaban en conflicto por el afan de sobresalir unas sobre otras, dedicaban parte importante de su tiempo a  proclamar la nobleza de su linaje a través de los lemas, divisas o «gritos de guerra» que pregonaban la preponderancia de su estirpe, plasmando las  divisas en sus escudos de armas.

La divisa  es un adorno exterior del escudo. La divisa es una declaración.
En ocasiones expresa una intención, con la pretencion de engrandecer al propietario del blasón.

Es comun observar en los escudos tallados en piedra que ostentan las fachadas de numerosos castillos y palacios divisas con frases que identifican a algun linaje

Las divisas, no son hereditarias, son lemas que, generalmente  se  colocaban al pie del escudo o en la bordura.

Los caballeros  cambiaban sus divisas en ocasiones  de acuerdo a sus deseos, aunque muchas familias pusieron empeño en conservarlas  a través del tiempo.
Como ejemplo se tiene a los Reyes de Inglaterra que  siempre han llevado la misma divisa: «Dios y mi derecho»

Los nobles linajes españoles tambien han utilizado las divisas en sus blasones. se tiene los siguients ejemplos:
Linaje Quirós: «Después de Dios, la Casa de Quirós».
Linaje García: «De García arriba, nadie diga»
Linaje Mier: «Adelante los Mier, más por valer»
Linaje Valle: «El que más vale, no vale tanto como Valle»;
Linaje Pacheco: «Estas calderas grabadas de oro y de plata mixto, fueron aquí pintadas antes de la venida de Cristo»
Linaje Bustamante: «Ví las armas deslumbrantes de los franceses blasones, de los fuertes Bustamante que los reyes no fueron antes»
Linaje Villegas: «Soy de la Casa de  Villegas, que hasta la mar atalayo y que tengo mis blasones, más antiguos que Pelayo»
Linaje Escobedo: «Barrieron a los enemigos hasta la mar»

La dinastía  Borbon usaba una espada con la palabra «Oenetrabit» que significa «entrará»

En las Ordenes Militares, así como las de Caballería disponían de sus propias divisas: La Orden del Toisón de Oro hace constar:  «Pretium non vile laborum».

Existen anecdotas muy interesantes con respecto a determinadas divisas por ejemplo tenemos la de la  Orden de la Jarretera inglesa:  Durante una noche, en un baile que se daba en el palacio real, a la hermosa Condesa de Salisbury se le cayó una liga, el rey Eduardo III se apresuró a recoger la liga cuyo color era azul y al observar que los cortesanos se reian mientras que a la condesa se le saltaban las lágrimas, instituyó la Orden de la Jarretera, o de la Liga, con la leyenda: «Maldito quien mal piense».